Volume 69-70, Issue 1

Resumen en español La signatura posmoderna de las nociones „ironía“ y „juego“ caracteriza la concepción de la literatura de Jorge Volpi, tal y como se perfila poetológicamente en el „Manifiesto Crack“. En esto, el craqueo, la fisura es central, tanto en el sentido síquico como histórico: la división del sujeto de sí mismo converge con la fisura entre lo moderno y lo posmoderno. Esto se plasma en dos novelas. De forma material en En busca de Klingsor , la historia de la carrera por la construcción de la primera bomba atómica entre fictum (ficción) y factum (hecho), y de forma metafórica en El fin de la locura , donde la fisura y la explosión designan fuerzas elementares del yo. Como fuerzas históricas del siglo XX, Volpi las identifica con la Revolución, el comunismo y el mayo de 68 de París. Su libro les pone un epitafio. A la letanía del „fin“ no sólo del comunismo sino de cualquier idea universal en general, El fin de la locura le añade el modo de empleo: un libro menor para tiempos pusilánimes. Carlos Fuentes esboza una imagen muy diferente de la misma época y de las fuerzas que chocan en ella en Terra Nostra. Su obra está basada en una idea del tiempo histórico que se puede analizar gracias a la „imagen dialéctica“ de Walter Benjamin. Así, Fuentes llega a una constelación literaria del espacio, del tiempo y del mito superior a la arbitrariedad posmoderna de Volpi. El presente se puede contar sólo gracias a la relación con cierto pasado y puede ganar así una perspectiva futura. Fuentes muestra por qué la literatura es la mejor forma de la historiografía, cuando propone con testaruda esperanza una idea que puede servir en la actualidad a erguirse.